Para estas fiestas navideñas, como muchas
personas que comparten mis gustos por la repostería y los buenos pasteles, he
decidido hacer el tradicional Red velvet o Terciopelo rojo. Sé que no es la más
original de las recetas porque todos pensamos en hacerla para estas fiestas,
pero ese rojo intenso y esa textura jugosa me parecen perfectos para la navidad.
No me había atrevido a publicar una receta
de Terciopelo rojo porque había intentado hacerlo muchas veces sin lograr un
sabor que me satisficiera por completo. Pero debo decir que encontré una receta
que me ha encantado y con la que me caso. El terciopelo rojo no es complejo de hacer
pero pienso que el éxito consiste en utilizar los mejores ingredientes, seguir
los pasos de la receta con juicio, como decimos en Colombia, y unos cuantos
truquitos que uno va descubriendo después de tanto ensayo y error.
La receta pertenece a la autora del blog Sally’s baking addiction. Su artículo sobre esta receta es muy completo y explica con mucha emoción los pasos a seguir para tener un Terciopelo rojo maravilloso. Personalmente, a mi me encantó la receta del bizcocho pero cambié la del glaseado de queso crema porque lo encuentro demasiado dulce.
La receta pertenece a la autora del blog Sally’s baking addiction. Su artículo sobre esta receta es muy completo y explica con mucha emoción los pasos a seguir para tener un Terciopelo rojo maravilloso. Personalmente, a mi me encantó la receta del bizcocho pero cambié la del glaseado de queso crema porque lo encuentro demasiado dulce.
Unas cuantas recomendaciones antes de
comenzar:
-Los huevos tienen que ser L y muy
frescos. Ellos le dan al bizcocho una buena estructura y mucho aire que ayuda a
esponjarlo. En la mayoría de las receta los huevos se incorporan con el azúcar,
pero en ésta se separan las yemas de las claras para espumar éstas últimas y
agregarlas a la mezcla al final.
-El colorante rojo es súper importante,
por esto lleva su nombre este pastel. Debe ser en gel y de muy buena calidad.
No sirve ese que venden en los supermercados y menos uno en polvo. Los que dan
los mejores resultados son el Americolor super red y el Red extra de Sugarflair. Imprescindibles, porque sin ellos no se obtiene ese bello color que uno
espera ver contrastando con el glaseado blanco.
-Aceite y mantequilla. Todas las recetas
con las que había experimentado llevaban sólo aceite y encontraba su sabor muy
presente en el bizcocho. Eso me molestaba un poco hasta que di con ésta en la
que se combina aceite y mantequilla. Puede ser un gusto personal pero a mí me
gusta que los bizcochos sepan más a mantequilla que aceite. Así que aquí la combinación
es perfecta y equilibrada.
-El cacao debe ser de muy buena calidad y
no poner más de dos cucharadas porque cambiaría ese sabor particular que tiene
el terciopelo rojo, tan indescriptible.
-El buttermilk es necesario. Aquí en
Alemania es un producto de consumo diario pero no lo es en muchos países. Se
puede hacer fácilmente en casa mezclando leche con vinagre o limón. Así que no
hay excusa para descartarlo de la receta porque sin él, el bizcocho pierde
mucha esponjosidad y textura.
-El Terciopelo rojo suele presentarse como
un pastel en capas (Layer cake) pero yo quise hacerlo en un molde de Bundt cake. En este caso, necesita por lo menos una hora de horneado porque el volumen de mezcla es importante. Hay que estar vigilantes porque con un Bundt cake
hay riesgo de que los bordes se quemen. Si después de 45 minutos la superficie
empieza a ponerse muy negra, lo indicado es poner una hoja de papel aluminio
sobre el bizcocho y seguir horneando. Otra solución muy simple es cortar la
parte baja del bizcocho (cuando haya enfriado) para nivelarlo y quitar así lo
quemado. Siempre engrasar bien el molde de Bundt Cake antes de poner la mezcla.
Si se desea hacer un pastel en capas, usar 3 moldes de 18 cm de diámetro y
hornear durante unos 40 minutos o hasta que al hacer la prueba del palillo éste
salga limpio.
-Cuando la mezcla esté en el molde, hay
que meterlo lo más rápido posible al horno precalentado porque el bicarbonato y
el vinagre están haciendo de las suyas y empiezan a liberar los gases que le
dan la esponjosidad al bizcocho.
-Para un Bundt cake es mejor un glaseado
más bien líquido que le da ese toque decorativo de nieve derretida. Así que le
di al glaseado de queso crema una consistencia más liquida agregando un poco de
agua caliente, muy sencillo.
-Y para terminar, creo que aún si este
bizcocho es muy esponjoso, sugiero bañarlo con almíbar de azúcar. La razón es
que al ser un Bundt cake no lleva glaseado en el medio y, además, si lo ponemos
en la nevera para que el glaseado no se estropee hasta la hora del consumo,
tiene tendencia a ponerse duro. Con el almíbar se mantiene jugosito y esponjoso
así se refrigere.
Ingredientes para el bizcocho:
-345 g de harina de trigo -1 cucharadita de bicarbonato de sodio
-2 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar
-1/2 cucharadita de sal
-115 g de mantequilla a temperatura ambiente
-400 g de azúcar granulado
-240 ml de aceite vegetal de buena calidad
-4 huevos L (separar las yemas de las claras)
-1 y ½ cucharadas de esencia de vainilla
-1 cucharadita de vinagre blanco
-3 cucharadas de colorante rojo en gel
-250 ml de Buttermilk a temperatura ambiente (casero: 240 ml de leche y 10 ml de vinagre blanco o jugo de limón)
Preparación:
1. Precalentar el horno a 180°C calor arriba y abajo. Engrasar bien el molde insistiendo en todos los recovecos. Preparar el buttermilk casero: mezclar la leche con el vinagre y dejar reposar.
2. En un bol, mezclar la harina con el
bicarbonato, el cacao en polvo y la sal. Tamizar y reservar.
3. Con una batidora eléctrica o un robot de cocina, batir la mantequilla a velocidad alta hasta que blanquee y se ponga suave (2 minutos). Agregar el azúcar y batir a velocidad alta por unos 2-3 minutos hasta que todo esté bien combinado. Raspar las paredes del bol con una espátula y agregar el aceite. Batir a velocidad alta por unos 3 minutos. La mezcla se ve un poco grumosa y pareciera que no estuvieran combinados el aceite y la mantequilla pero es normal.
4. Incorporar las yemas de los huevos una a una y el extracto de vainilla. Batir a velocidad media hasta que la mezcla esté homogénea. Raspar las paredes del bol y adicionar la cucharadita de vinagre y el colorante hasta obtener el color deseado.
5. Agregar la mezcla de harina alternado con el buttermilk y batiendo a velocidad baja hasta que la mezcla tenga una consistencia homogénea.
6. Espumar las claras de huevo durante unos 3 minutos con una batidora manual o con una batidora eléctrica. Agregarlas a la mezcla con una espátula haciendo movimientos envolventes. La mezcla tiene un aspecto súper brillante y sedoso.
7. Poner la mezcla en el molde de Bundt cake, golpear suavemente el molde de arriba hacia abajo sobre una superficie plana y hornear en la rejilla del medio por una hora o hasta que al hundir un palillo en el centro éste salga limpio y seco.
8. Dejar enfriar el molde sobre una rejilla por unos 10 minutos. Mover el molde suavemente para que el desmoldado sea más fácil. Poner una rejilla sobre el molde y voltearlo con cuidado para desmoldear. Si se decora al día siguiente, poner film alimenticio sobre el bizcocho y dejar en un lugar fresco y seco.
3. Con una batidora eléctrica o un robot de cocina, batir la mantequilla a velocidad alta hasta que blanquee y se ponga suave (2 minutos). Agregar el azúcar y batir a velocidad alta por unos 2-3 minutos hasta que todo esté bien combinado. Raspar las paredes del bol con una espátula y agregar el aceite. Batir a velocidad alta por unos 3 minutos. La mezcla se ve un poco grumosa y pareciera que no estuvieran combinados el aceite y la mantequilla pero es normal.
4. Incorporar las yemas de los huevos una a una y el extracto de vainilla. Batir a velocidad media hasta que la mezcla esté homogénea. Raspar las paredes del bol y adicionar la cucharadita de vinagre y el colorante hasta obtener el color deseado.
5. Agregar la mezcla de harina alternado con el buttermilk y batiendo a velocidad baja hasta que la mezcla tenga una consistencia homogénea.
6. Espumar las claras de huevo durante unos 3 minutos con una batidora manual o con una batidora eléctrica. Agregarlas a la mezcla con una espátula haciendo movimientos envolventes. La mezcla tiene un aspecto súper brillante y sedoso.
7. Poner la mezcla en el molde de Bundt cake, golpear suavemente el molde de arriba hacia abajo sobre una superficie plana y hornear en la rejilla del medio por una hora o hasta que al hundir un palillo en el centro éste salga limpio y seco.
8. Dejar enfriar el molde sobre una rejilla por unos 10 minutos. Mover el molde suavemente para que el desmoldado sea más fácil. Poner una rejilla sobre el molde y voltearlo con cuidado para desmoldear. Si se decora al día siguiente, poner film alimenticio sobre el bizcocho y dejar en un lugar fresco y seco.
Ingredientes para el glaseado de queso crema:
-250 g de queso crema a temperatura ambiente
-115 g de mantequilla a temperatura ambiente
-130 g de azúcar glas tamizada
-1 cucharadita de esencia de vainilla
-2 a 4 cucharadas de agua caliente
-Pizca de sal
Preparación:
-Ablandar el queso y la mantequilla con la batidora eléctrica a velocidad media.
-Agregar la mitad del azúcar glas y batir.
Raspar las paredes del bol y agregar el resto de azúcar. Batir hasta que todo
esté incorporado.
-Poner la vainilla y adicionar dos cucharadas de agua caliente. Batir y agregar 1 o 2 cucharadas de agua dependiendo de la consistencia deseada. Para que el glaseado caiga fácilmente son necesarias de 3 a 4 cucharadas de agua. Todo depende del gusto de cada uno. Opcional: poner una pizca de sal.
-Poner la vainilla y adicionar dos cucharadas de agua caliente. Batir y agregar 1 o 2 cucharadas de agua dependiendo de la consistencia deseada. Para que el glaseado caiga fácilmente son necesarias de 3 a 4 cucharadas de agua. Todo depende del gusto de cada uno. Opcional: poner una pizca de sal.
Para el montaje:
1. Preparar un almíbar de azúcar: hervir 100 ml de agua con 100 g de azúcar hasta que ésta se disuelva bien. Dejar templar.
2. Poner el bizcocho boca abajo y cortar la base del Bundt cake para nivelarlo si resulta necesario. Bañar el bizcocho con el almíbar templado.
3. Poner el bizcocho en una fuente y dejar caer el glaseado con ayuda de una cucharada. Ir esparciéndolo para que caiga ligeramente por los bordes y darle el aspecto de derretido. Decorarlo al gusto: yo puse unos bastoncitos de azúcar y pepitas verdes.
Mantenerlo en un lugar frio hasta su
consumo, en invierno es más fácil pero en verano es mejor ponerlo en el
refrigerador porque el queso crema es muy delicado. No olvidar sacarlo una hora antes de consumirlo para que no esté duro.
¡Sólo queda disfrutarlo! Es tan suave, esponjoso y rojito aunque el día en que tomé las fotos estaba muy gris y tuve muchos problemas con la luz para poder hacer que se notara ese rojo intenso por fuera. Pero por dentro era tan rojo como una cereza.
¡Feliz navidad!