¡Hola amigos!
No habíamos estado por aquí desde el año
pasado pero el mes de enero nos mantuvo enfermos. Y es que al luchar contra la
fiebre, otitis, y resfriados, nos fue un poco difícil inspirarnos y
compartirles nuestra vida dulce.
Pero Febrero ya está aquí y con él unas
cuantas celebraciones que no son ajenas a nuestra familia: Carnaval, San Valentín
y el cumple de las más pequeña de la casa,
que ya está en modo “preparativos”.
Por lo pronto, les quiero compartir los
preparativos de nuestra fiesta de San Valentín. Qué suerte la de mi hija,
porque además de tener su cumple en febrero también tiene lugar el día de su
santo y es ella la protagonista de esta celebración.
Y bueno, para esta fiesta he decidido
hacer chucherías con chocolate. Así que empecemos.
Para navidad, compré muchos bastones de
dulce y me quedé con un montón de ellos. Busqué ideas de qué hacer con bastones
de dulce, encontré muchas en Pinterest y escogí la siguiente:
Unas chupetas de corazones rellenas de
chocolate.
Necesitaremos:
-bastones de dulce
-chocolate blanco
-sprinkles, pepitas, corazones de dulce
-palitos para chupetas
Forrar una bandeja con papel de horno y
colocar los bastoncitos de dulce haciendo una forma de corazón sobre el palito
de chupeta bien centrado.
Poner la bandeja en el horno precalentado
a 150°C. Ablandar los bastones por unos 3 minutos, vigilando que no se vayan a
derretir por completo. Una vez fuera del horno, pellizcar los extremos de los
bastones para que se peguen al palito de chupeta. Tener cuidado al tocarlos,
aunque no estén muy calientes es mejor evitar una posible quemadura. Hay que
hacerlo pronto porque los bastones se enfrían rápidamente. Pueden darle una
forma más redondeada a los corazones si se desea. Volver a repetir esta operación
si los bastones se enfrían sin antes pegarse al palito.
Derretir el chocolate blanco al baño maría
o en el microondas y rellenar los corazones.
Decorar con pepitas dulces, sprinkles,
non-pareils, etc. También se puede obviar el paso del horno, es decir, hacer
las formas de corazones y rellenar con el chocolate para que éste los mantenga,
pero es más fácil para los niños decorarlos cuando ya están pegados al palito.
Otra idea dulcera, y ésta es una de las que más
me encantan, es bañar bretzels aperitivos con chocolate. Lo saladito del
bretzel se mezcla con lo dulce del chocolate y la combinación es perfecta. Y la idea
resulta aún más apropiada si lo hacemos con bretzels en forma de corazones:
Derretir el chocolate blanco y agregar
unas gotas de colorante. Con un tenedor, hundir los bretzels en el
chocolate derretido y bañarlos por completo. Dejarlos endurecer sobre papel de
horno.
Para darle un bonito acabado, teñir
chocolate blanco con unas gotitas de colorante rojo, ponerlo en una manga o bolsita,
recortar el extremo y decorar los bretzels. Se puede poner también unas pepitas
o sprinkles.
Y para terminar, ¿Por qué no hacer unos corazones crocantes de chocolate?
Es muy
simple, poner en el fondo del molde para bombones pepitas de dulce, pedazos
de bastoncitos, sprinkles, smarties, lo que se les ocurra.
Llenar las cavidades con chocolate blanco
o de colores. Dar unos golpecitos y dejar que el chocolate endurezca. El
resultado, unos bombones que al morderse son crocantes y sabrosos.
Así que a animarse a hacer una de estas
ideas para San Valentín, que además son muy simples y los niños pueden
participar, sobre todo si están en vacaciones como es nuestro caso. Nosotros,
las haremos para la fiesta de San Valentín de Tina que ya se aproxima.
