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30 de noviembre de 2015

1er domingo de Adviento



Este mes de noviembre, nuestro blog ha estado un poco silencioso. Y es que para mí, este mes es el más aburrido del año porque aparte de ser oscuro, empieza el frío intenso y eso me pone en modo hibernación. Lo bueno, es que saqué tiempo para comenzar los preparativos de diciembre que comienza mañana, aunque aquí en Alemania empieza realmente el primer domingo de adviento que tuvo lugar ayer.

Adviento


Cuando era pequeña, mi abuela me hablaba de esta tradición de celebrar los 4 domingos antes de la navidad encendiendo una velita. En Latinoamérica no celebramos esto pero aquí en Alemania es todo un ritual y todo el mundo hace su corona con las 4 velitas. De hecho, esta tradición nació aquí y existe desde hace casi dos siglos al igual que el calendario del adviento y la fiesta de San Nicolás, que forman parte de las celebraciones del adviento. 

Adviento


Y bueno, no podíamos dejar pasar este ritual que significa el debut de estas fiestas decembrinas que tanto nos gustan, sobre todo a la más chica. Así que invitamos a unos amigos para compartir un café y pastel, el llamado Kaffee-Kuchen. Decidí decorar la mesa con tonos malva y lila, y quedé satisfecha con el resultado:

Adviento


Los pingüinitos son de mi amiga Yandi, con quien estaremos haciendo más proyectos juntas porque sus diseños son adorables. 

Adviento
 

Tradicionalmente, las velas se ponen sobre una corona de ramas de pino o de hojas de muérdago. Mi corona tenía un estilo más moderno con alambre lila pero guardando las cuatro velitas que se irán encendiendo durante los cuatro próximos domingos. 

Adviento


No podían faltar los detalles…

Adviento


Estas bolitas de navidad en forma de cupcakes me encantaron:

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Además, hice unos cupcakes con sabor a un té que encontré en el supermercado y les puse también Lemon Curd, quedaron deliciosos:

Adviento


La receta, la quedo debiendo porque ya no me dio tiempo de transcribirla pero mis invitados son testigos de lo rico que estaban estos cupcakes.

Adviento


Y de esta forma, inauguramos este mes de Diciembre, que aunque suene a frase cajón, es sin duda uno de los más esperados y el más especial de todos, al menos para mí.  

12 de noviembre de 2015

Feliz San Martín



Cada 11 de Noviembre se celebra en Alemania una fiesta muy especial para los niños que se descubre evidentemente cuando se tiene hijos: el día de San Martín. Y es que para los niños alemanes, aparte de Spiderman o Batman, existen dos súper héroes más que se esperan con ansias en noviembre y diciembre respectivamente: el San Martín y el San Nicolás. 

Pero hoy vamos a hablar de San Martin, ese soldado romano que llegó a ser santo y que es celebrado cada año en Alemania con un lindo desfile de farolitos. Todo comienza con la preparación de la procesión. Los niños de pre-escolar y primaria fabrican sus “Laterne” (farolitos) con papel, cartón, pinturas, una velita o un palito con un bombillo para mayor seguridad. Los más pequeñitos, fabrican sus faroles con ayuda de sus padres. 


Todos los niños descubren la historia del buen San Martín: un soldado romano que una noche fría de invierno se encontró con un mendigo y decidió cortar su capa para darle la mitad y así protegerlo del frío. Con esta historia, los niños aprenden sobre la importancia de compartir y el valor de la generosidad hacia el más desfavorecido. 

Para el 11 de noviembre, el desfile de farolitos comienza al atardecer cuando empieza a hacerse oscuro. Los niños van con sus padres y compañeros cantándole a San Martín y a sus farolitos: “Farolito, farolito. El sol, la luna y las estrellas. Enciendan mi luz, enciendan mi luz. Pero no quemen mi lindo farolito”.

Playmobil no es ajeno a la fiesta de San Martín. Imagen de Bild

En algunos desfiles, un señor disfrazado de San Martín dirige la procesión sobre un caballo blanco. Al final, se hace una gran hoguera y la escena del santo cortando su capa es representada por algún padre de familia.  

Y por supuesto, no puede faltar la degustación de los Martinshörnchen, los Martinsgänse (galletitas de San Martín), de Bretzel y otros panes al igual que el vino caliente, el ponche de grosellas y el Kinderpunsch (manzana, canela y cítricos). Para algunas familias más tradicionales, también es el momento de comer un ganso asado. 

 

Lo bonito de esta fiesta es que niños y familias de todos los credos y confesiones participan a pesar de que esta celebración tiene un origen católico. Es un momento para compartir y para darle una bienvenida luminosa a este mes de noviembre alemán que es tan oscuro y frío.  

El blog de Miss Bredela no puede dejar de celebra el día de San Martin y cada año preparamos los ricos “Martinsgänse” o gansos de San Martín. Son una especie de galletitas en forma de ganso que tienen una textura más parecida al "Lebkuchen" (especie de galletas de pan de jengibre). A mí personalmente me gustan más las galletas de mantequilla con una textura más arenosa, pero es cuestión de gustos. Los gansos de San Martín son un poco más duritos y algo simples para mí. Eso sí, los niños las devoran, no sé si será por la alegría de la fiesta y toda la historia que les echan!

 
La receta, me la dieron cuando mi pequeña estaba en la guardería y creo que es la que usa todo el mundo porque es la más difundida en internet. Eso sí, la he modificado: le puse un poco más de azúcar (yo las encuentro un poco simples, la verdad) y le aumenté la cantidad de harina que adiciono en el momento de amasar la mezcla porque si no, resultaría imposible extenderla y cortar las formas. 

Un ingrediente clave para los “Martinsgänse” es el “Quark”, un queso fresco o especie de cuajada granulada que los alemanes usan para muchos de sus postres como el “Käsekuchen” (tarta de queso) o la “Tarta de Quark con arándanos”. Si pueden conseguirlo, perfecto. Si no es posible, pueden utilizar un queso fresco tipo ricotta, cottage. También se puede fabricar en casa.


Vamos con la receta,


Martinsgänse

 

Ingredientes:

-200 g de queso Quark
-150 g de azúcar granulada
-8 cucharadas de aceite vegetal
-1 huevo L
-1 pizca de sal
-1 bolsita de azúcar vainillada
-6 cucharadas de leche
-400 g de harina + 150 g para amasar
-1 bolsita de polvo para hornear (aprox. 10 g)
-Un puñado de uvas pasas


1. Precalentar el horno a 200°C calor arriba y abajo. En un bol, mezclar 400 gr de la harina con el polvo para hornear. Reservar.
2. Con un robot de cocina o una batidora eléctrica, batir el aceite con el Quark, el azúcar granulado, el azúcar vainillado y la pizca de sal hasta que todos los ingredientes estén bien incorporados y no haya grumos. Agregar el huevo ligeramente batido y mezclar bien.
3. Comenzar a agregar 400 g de harina alternando con la leche. El resultado es una mezcla húmeda y pegajosa.
4. Enharinar una superficie plana con un poco del resto de la harina y comenzar a amasar. Ir agregando la harina restante hasta que la masa deje de pegarse y se vuelva maleable. Esta masa es muy elástica, parece una masa para pizza.
5. Extender la masa con un rodillo y darle un grosor de 1 cm. Hacer las formas con el cortador de ganso u oca. Poner las galletas en una bandeja de horno forrada con papel para hornear y colocar en cada ganso una uva pasa para que haga de ojito.
6. Hornear durante unos 15 minutos dependiendo del tamaño de las galletas. Mi cortador de ganso mide 14 cm y 15 minutos fueron suficientes para que doraran ligeramente.
7. Sacar la bandeja y dejarla enfriar por unos 5 minutos. Trasladar las galletas sobre una rejilla y dejarlas enfriar completamente.

Y listos los gansos de San Martín. Yo les espolvoreo azúcar glas para simular las plumitas blancas.


Esta fiesta es muy popular en países como Alemania, Suiza, Austria, Holanda, Dinamarca y en el norte de Italia. En Francia, a pesar de que San Martín fue Obispo de la ciudad de Tours, nadie celebra este santo de los niños, que ha sido opacado por un evento mucho más importante: la conmemoración del Armisticio de la primera guerra mundial.