Creo que el dulce que mejor representa a mi querida Colombia es el del arequipe
o dulce de leche como se conoce fuera de mi país. Esa sencilla mezcla de leche
y azúcar, que se bate por largo tiempo y a la que se le debe poner mucha
paciencia y hasta un toque amor, me transporta a mi infancia y a mi vida en la
tierrita. Además, lo usamos mucho como ingrediente de postres y recetas que seguro estaré
reseñando aquí.
Y para seguir
haciéndole honor a Colombia en esta entrada, hice estos cupcakes de arequipe
que decoré con unas mariposas amarillas para recordar la obra de Gabriel García
Márquez, nuestro gran colombiano, que nos dejó ayer hace un año. Este hombre fue tan excepcional que pareciera
que escogió un día especial para morir, como lo hiciera Amaranta, uno de sus
personajes en Cien años de soledad: morir un jueves santo para que al otro día
todo el mundo hablara no sólo de la muerte de Cristo si no también de la de él.
Las mariposas
amarillas se convirtieron en un símbolo de la obra de García Márquez y son para
mí la excusa perfecta para esta época de renacer en la que volvemos a tener estos
bichitos en nuestros jardines y en los campos.
No me voy a
extender con la obra de este gran autor, ¡necesitaría
todo un Blog! Pero mi amor por la literatura y el hecho de poder expresarlo a
través de la pastelería, me anima a hacer este pequeño homenaje a uno de mis
escritores favoritos, que me ha acompañado desde que entré en el maravilloso
mundo de los libros. Tuve la suerte de que mi papá tuviera todos sus libros y de
que luego en la universidad lo descubriría mucho más.
Por ahora,
empecemos con la receta de los cupcakes de arequipe o dulce de leche.
Los pastelitos
llevan esencia de arequipe y arequipe. Si no se dispone de esencia de arequipe,
se puede utilizar esencia de vainilla. Yo soy tan afortunada que encontré
esencia de arequipe en Colombia:
¡Tiene un sabor maravilloso!
El arequipe lo
pueden comprar o preparar y, si no es posible encontrarlo, también lo pueden
reemplazar por salsa de caramelo. Por otra parte, el glaseado es de
crema de mantequilla y, por supuesto, lleva más arequipe y esencia de arequipe.
Utilizaremos la receta básica de crema de mantequilla pero presentaré más tipos
de glaseados en próximas entradas porque existen muchísiiiiimas recetas.
Cupcakes de arequipe
(para 12 cupcakes)
Ingredientes para
los pastelitos:
-160 g de azúcar
-125 g de mantequilla a temperatura ambiente
-2 huevos L
-1 cucharadita de esencia de arequipe
-200 g de harina
-1 cucharadita de polvo para
hornear
-1/2 cucharadita de sal
-120 ml de leche
-Arequipe al gusto
Preparación:
1. Precalentar el horno a 180°C.
2. Preparar un molde para muffins en metal o en silicona
y poner las cápsulas para cupcakes.
3. Mezclar la harina con el polvo para hornear y la
sal. Cernir todos estos ingredientes y reservar.
4. Con un robot de cocina o una batidora eléctrica,
suavizar la mantequilla con el azúcar hasta que blanquee. Agregar los huevos sin dejar de
batir, uno por uno ligeramente revueltos hasta que estén completamente
mezclados. Con una espátula, bajar la masa que se
pega a las paredes del bol.
5. Agregar la esencia de arequipe. Batir a
velocidad media hasta que se incorpore completamente.
6. Añadir la mitad de la mezcla de la harina
cernida y batir a velocidad lenta. Agregar un poco de leche y batir suavemente.
Terminar agregando la harina y la leche restantes, el arequipe al gusto y emparejar todo con
una espátula.
7. Cuando la mezcla esté uniforme, llenar las cápsulas con una cuchara de helado sin pasar los 2/3 de su
contenido.
8. Poner el molde en el horno durante 20-22 minutos o
hasta que al introducir un palillo en el centro éste salga limpio.
9. Dejar los cupcakes dentro del molde durante unos
minutos y luego pasarlos a una rejilla y dejarlos enfriar completamente.
Ingredientes para
la crema de mantequilla:
-250 g de
mantequilla a temperatura ambiente
-350 g de azúcar glas cernida
-2 cucharadas de
leche
-1 cucharadita de esencia de arequipe
-1 a 2 cucharadas de arequipe
Preparación:
1. Con un robot de cocina o una batidora eléctrica, suavizar la mantequilla
hasta que esté cremosa.
2. Agregar la esencia de arequipe y batir bien.
3. Añadir la mitad del azúcar glas. Con una espátula, ir bajando lo que se
pega a las paredes del bol.
4. Añadir una cucharada de leche y el resto del azúcar glas. Batir a velocidad
media-alta.
5. Poner la segunda cucharada de leche y las dos cucharadas de arequipe.
6. Seguir batiendo hasta obtener la consistencia deseada.
Para decorar:
Poner
la crema de mantequilla en una manga pastelera con una boquilla de
estrella abierta y hacer una flor empezando en el centro y girando en el
sentido de las manecillas del reloj. O simplemente cubrir el cupcake
con la
crema de mantequilla utilizando un cuchillo pequeño.
Notas:
- La mantequilla debe estar a temperatura ambiente y nunca ablandarla en el
microondas. Mejor tener paciencia y esperar a que se ablande sola o cortarla en
cubitos para acelerar el proceso.
-Siempre hay que tamizar muy bien el azúcar glas.
-La clave es batir y batir para que la crema quede suave y manejable.
-La crema de mantequilla se conserva bien a temperatura ambiente aunque es mejor ponerla en un
recipiente con tapa. Se puede guardar en la nevera hasta por dos semanas.
-Si quiere ponerle color a la crema de mantequilla, lo mejor es usar
colorantes en gel o en pasta tipo Wilton, Americolor o Sugarflair. Con ellos se
obtiene los mejores colores.
Para
terminar, no me queda si no invitarlos a leer la obra de Gabriel García
Márquez. Si bien
es cierto, “Cien años de soledad” fue la novela que lo llevo a la fama,
todos sus libros son magníficos, en especial mi favorito, el “Otoño del
Patriarca”, una historia compleja
pero apasionante sobre la desmesura y la terquedad del poder.
Les dejo un pedacito de Cien años de soledad, donde Meme, uno de los personajes
femeninos, se da cuenta de que al hombre que ama lo siguen por
doquier unas mariposas amarillas:
“Cuando Mauricio
Babilonia empezó a perseguirla, como un espectro que sólo ella identificaba en
la multitud, comprendió que las mariposas amarillas tenían algo que ver con él.
Mauricio Babilonia estaba siempre en el público de los conciertos, en el cine,
en la misa mayor, y ella no necesitaba verlo para descubrirlo, porque se lo
indicaban las mariposas”.
