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29 de abril de 2015

Día del niño

El fin de semana pasado se celebró el día del niño en Colombia y al preguntarle a mi hija qué quería que horneara para celebrarlo, me dijo que unas galletas de colores.

Rayuela

Busqué ideas sobre galletas de colores y se me ocurrió hacerle algo relacionado con uno de sus juegos favoritos y que yo también adoraba cuando era pequeña. Y buscando información sobre este famoso juego, encontré que existe en toda Latinoamérica y España y que todos le damos nombres diferentes que pueden variar hasta en un mismo país:

Rayuela

¡Sé que lo conocen! ¡Quien no ha jugado esto! Este juego es tan famoso que ha pasado de generación en generación y lo puede uno ver pintado en el suelo de cualquier calle del mundo.

Me da tanta satisfacción saber que los niños siguen disfrutando de este juego tan tradicional a pesar de las consolas de video, de los juguetes más sofisticados y del internet. Recuerdo con nostalgia las horas que pasaba jugando a Rayuela en la calle. Sólo se necesita un pedazo de tiza y una piedra (aunque nosotros usábamos papel higiénico mojado) para pasar un buen rato saltando y divirtiéndose como niño.

Rayuela

Volviendo a las galletas para mi hija, mi nostalgia infantil me llevó a hacerle unas galletas en forma de Golosa o Tángara como decimos en Colombia. Las galletas son de mantequilla y les puse glasa real. Además de bonitas y ricas, nos sirvieron para repasar los números haciendo un pequeño jueguito de identificación.

Rayuela

Como dato curioso, en francés este juego se llama “Marelle” y en alemán “Himmel und Hölle” (cielo e infierno) y recibe en español muchos otros nombres: Mundo, Avioncito, el Pon, Tejo, Luche, Rayuela, Pisé, La Semana, Peregrina, entre muchos más. 

Así que, a jugar a la Rayuela, o como le llamen, y leer “Rayuela” de Cortázar. Leer esta novela es como jugar a la Rayuela pero en vez de saltar las casillas, vas saltando los capítulos de esta maravillosa historia.

Rayuela