Cuando era pequeña, para cada navidad, solía
fabricar y decorar una linda casita de dulces que era la emoción de todos el 24
de diciembre. Me tomaba días haciéndola, sentando las bases, pegando un mundo
de dulces y chocolates con la glasa que mi abuelita me ayudaba a preparar. Mis hermanos
y primos la miraban con ojitos glotones hasta que la devoraban y sólo quedaban
restos de galleta y de dulces. ¡Qué recuerdos tan bellos!
Así que ya era hora de seguir esta tradición con mi hija a quien le encantó la idea y quien se divirtió decorando su casita de jengibre con una de sus amigas.
Así que ya era hora de seguir esta tradición con mi hija a quien le encantó la idea y quien se divirtió decorando su casita de jengibre con una de sus amigas.
Y también montamos una mesa con todo para
decorar las casitas:
Los dibujos, tan lindos como siempre, son
trabajo de nuestra diseñadora favorita:
Con un letrero de bienvenida,
Las banderitas tenían también como motivo el muñequito de jengibre:
Al igual que la bebida que era de
frambuesa:
Comimos galletas Oreos cubiertas de
chocolate blanco, miam …
Cada nena tenía decorado su puesto con un
set de mesa y su botellita para el refresco:
Y todo lo necesario para decorar su casita
utilizando glasa, dulces, caramelos …
Yo también me divertí como una niña, recordando viejos tiempos y pasando un momento agradable. Además, estoy muy orgullosa de mi casita que no quiero ni comérmela:
Esta es una buena idea para mantener ocupados a los niños en esta época de vacaciones. Ellos son felices horneando, decorando y sobre todo comiendo el resultado.