No
puede haber fiesta de Halloween sin dulces y en nuestro caso sin
galletas. Así que hice un par de motivos para la celebración:
Eso
sí, nada asustadores y más bien tiernos como esta calabaza:
Y
qué tal fantasmas enamorados:
Los
tarros, idea de la niña: “quiero unos frascos con babas de
murciélagos, ojos y bichos”.
Unos
cuantos trucos para compartir:
Cuando tengo que rellenar una galleta con mucho glaseado me gusta delinearlas primero para luego poner glaseado súper líquido y que todo quede muy liso. Poner pepitas y lo que uno desee.
Cuando tengo que rellenar una galleta con mucho glaseado me gusta delinearlas primero para luego poner glaseado súper líquido y que todo quede muy liso. Poner pepitas y lo que uno desee.
No
me gusta usar mucho colorante negro así que comienzo poniéndole un
poco de cacao en polvo al glaseado. Después agrego unas cuantas
gotas de colorante negro y espero toda una noche antes de usarlo. Al
día siguiente, el color se torna bien oscuro y no necesita tanto
colorante. Este truco también lo usé en la crema de mi torta negra. También hago unos detalles en fondant como estos moñitos verdes:
Para
darle un aspecto de usado a las calabazas, pongo un poco de cacao en
polvo sobre la galleta decorada. Me gusta el acabado que le da porque
al final las calabazas no son completamente naranjas:
Un
feliz y dulce Halloween para todos.