Cada mes de
octubre trae consigo el otoño, esa temporada del año en la que Europa del norte
empieza a prepararse para la llegada del frío y de la oscuridad. Es además el
fin de las cosechas y el tiempo en el que se comienza a guardar los víveres
para el largo invierno que se aproxima. Aquí en Alemania es también el tiempo
para celebrar las fiestas de acción de gracias y las cosechas.
En esta entrada,
quiero presentarles la feria del arcángel San Miguel en Fürth (Michaelis Kirchweih)
que tiene lugar cada principio de octubre en honor a este santo y que es una de
las más antiguas en Baviera. Todo remonta al año 1100, cuando los habitantes de
la ciudad inauguraron la Iglesia de San Miguel. Como fue todo un éxito y a la
gente le gustó tanto celebrar este acontecimiento, decidieron continuar
haciendo una fiesta para el día de San Miguel, alrededor del 29 de septiembre. Al
contrario de otras ciudades que tienen un lugar especial para celebrar estas
festividades otoñales, la feria de Fürth se celebra en el pleno centro de la
ciudad, lo cual no impide que haya atracciones enormes como esta rueda de Chicago
o Noria:
O como estas
sillas voladoras,
Sin olvidar el
Break dance, tan ochentero …
Y otro ciento de
atracciones más como carros chocones, montañas rusas, loopings y cuanto juego
de feria se puede uno imaginar.
A mí me gusta esta rueda de Chicago para niños y este carrusel de animalitos:
Una de las cosas
que no puede faltar en un fiesta de estas son los “Biergarten”, literalmente “Jardines
de cerveza”, donde uno puede no sólo ir a tomar cerveza si no también degustar
las especialidades de la región. Este me gustó tanto, con su decoración otoñal:
Y un sinnúmero de
puestos para beber algo o comer:
Eso sí, ¡a mí los que más me gustan son los puestos de dulces y chucherías!
Para comer
helados, sorbetes, pop-corn, algodón de azúcar:
Los que tienen caramelos artesanales sin conservantes y que ofrecen todo tipo de sabores:
Este con esas cajas de lata …
Sin dejar a un lado los
famosos Schokofrüchte (Frutas con chocolate), una de mis debilidades, aunque no
soy la única, creo:
¡No hay feria en Baviera sin Schokofrüchte!
Y de comer, es un
paraíso para glotones porque hay de todo: crepes, salchichas, papas fritas,
pescado frito, emparedados de res asada, champiñones en salsa, pizza, panes
dulces de la región, frituras. Uno de los puestos más curiosos es el de este
faro que vende emparedados de pescado apanado. Lo divertido es que haces tu
pedido en la planta baja, lo preparan arriba y te lo mandan por un pequeño tobogán.
Además, hay
puestos para comprar artesanías, artículos para la casa, velas, perfumes,
muñecos y peluches, ropa, vajilla, calcetines, zapatos, artículos de cuero,
plantas, hierbas, té, especias, artículos para mascotas y pastelería, que fueron
los que más me llamaron la atención:
La feria dura
aproximadamente unos 10 días, se inaugura y se clausura con unos bellos juegos
pirotécnicos y también tiene un desfile para agradecer la abundancia de la
cosecha y en el que participan unas 3000 personas.
Esta fiesta es realmente
una explosión de colores, un gran momento de esparcimiento antes de los días oscuros
que trae el mes de Noviembre y un motivo de orgullo para los habitantes de Fürth
que han sabido conservarla y darle una gran importancia a lo largo de estos
siglos, sin importar las guerras y las adversidades.
Fuentes: www.michaelis-kirchweih.de